Publicado por Gomez Oviedo el 6 Aug a las 9:32 AM
La aluminosis, o también llamada “fiebre del hormigón”, es una de las palabras más temidas en el mundo de la construcción y que, a ojos de un ciudadano de a pie, se traduce en demoliciones, apuntalamientos o desalojos de viviendas.
Se trata de una lesión en el hormigón que se caracteriza por la pérdida de sus propiedades, ya que se convierte en un material más poroso y menos resistente, afectando así a la estructura y estabilidad de los edificios construidos.
Esta lesión se debe a la utilización del cemento aluminoso (CAC-C) en las obras y construcciones, en concreto para la fabricación de algunas viguetas, ya que el proceso de fraguado era mucho más rápido. La composición química del cemento aluminoso es inestable: la mezcla de alúmina más cal mezclado con agua, da como resultado el aluminato cálcico hidratado; un compuesto que, debido a aspectos ambientales como la humedad o el calor, acaba perdiendo volumen. Consecuencias fatales para estructuras tan importantes en una construcción como las mencionadas viguetas.
El uso de cemento aluminoso era extendido sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, ya que se abarataban costes de obra gracias a la rapidez con la que fraguaba el hormigón y se lograba construir. Los casos más conocidos de aluminosis son los del Estadio Vicente Calderón y del Turó de la Peira. A día de hoy los expertos son mucho más conocedores de esta problemática y el uso del cemento aluminoso está prohibido.
La aluminosis no es una problemática que se pueda diagnosticar a simple vista, sino que requiere de la realización de pruebas específicas de laboratorio. Sin embargo, sí que podemos hablar de diferentes síntomas que suelen aparecer en las viguetas afectadas y que deberían activar nuestras alertas ante una posible problemática de aluminosis en la edificación:
- Roturas los muros de hormigón.
- Humedades por condensación.
- Degradación de morteros de muros de ladrillo por ataque de sulfatos.
- Fisuras relacionadas con el aumento de tamaño de los ladrillos que han absorbido humedad.
- Daños ocasionados por agentes climáticos o por hongos.
- Corrosión de metales o del acero de las armaduras del hormigón.
- Carbonatación del hormigón.
Los forjados pueden llegar a romperse debido a la corrosión de la armadura de las viguetas, peligrando el conjunto de la estructura, pudiendo llegar al colapso.
Las pruebas de laboratorio que se pueden realizar para la detección de la aluminosis son, entre otras, la prueba de rayos X, prueba de sulfatos o la prueba de oxina.
Una vez se detecta la aluminosis, no necesariamente se tiene la necesidad de demoler o desechar los materiales afectados. Muchas veces podemos aplicar técnicas paliativas que logren reparar los daños producidos por la aluminosis. La clave está en conocer el nivel de daño real que ha sufrido la estructura y qué margen de seguridad existe.
Normalmente, la afectación del hormigón depende mucho de los factores ambientales a los que la edificación haya estado expuesta: humedad y altas temperaturas, sobretodo.
Algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo en función de la gravedad de la situación de los elementos, son:
- Proteger los elementos de la humedad y el agua, sin necesidad de reparación.
- Reparaciones puntuales mediante morteros.
- Añadir elementos adicionales que refuercen la estructura base inicial, como puntales.
- Sustitución de los elementos que sufren aluminosis de forma parcial o total.
En Go Rental Store podrás encontrar una amplia gama de material para estructuras. No dudes en consultar nuestro catálogo y preguntarnos cualquier duda. Nuestro equipo hará tu elección de material, herramientas y máquinas, mucho más sencilla.
Podrás alquilar puntales de obra en nuestra web, o bien acudiendo a cualquiera de nuestras delegaciones, sitas en Madrid, Cantabria y Asturias (Gijón y Oviedo), para llevar a cabo tus trabajos de reparación de hormigón que ha perdido propiedades.
Gómez Oviedo, nuestro trabajo es facilitar el tuyo.
