¿Cómo quitar el gotelé de paredes y techos?

Seguro que en más de una ocasión has pensado en acabar con el gotelé que recubre tus paredes y techos, bien porque no te gusta o bien porque quieras otorgarle un aspecto más moderno a tu hogar. Desde Gómez Oviedo te explicamos en qué consiste esta técnica, por qué se utiliza y cómo deshacerte de ella. ¡No te lo pierdas!

¿Qué es el gotelé?

El gotelé (del francés gouttelette) es una técnica que consiste en esparcir pintura más espesa de lo habitual sobre una superficie, con el objetivo de que esta termine presentando un relieve en forma de gotas pequeñas. Normalmente se realiza mediante pistolas de proyección de aire comprimido, tirolesas o rodillos especiales.

El gotelé puede ser de dos tipos, dependiendo de la pintura que se haya utilizado para conseguirlo:

• Pintura plástica: el gotelé que resulta de esta pintura es duradero y resistente y puede limpiarse sin problemas con un paño húmedo.
• Pintura al temple: es de baja calidad y poco resistente. Se cae si pasas un trapo húmedo por su superficie.

Esta textura se comenzó a utilizar para disimular los defectos de ejecución de los paramentos. Así, cuanto más grueso es el gotelé, de más baja calidad será la construcción.

Alisar paredes: ¿por qué hacerlo?

El gotelé ya no está de moda, pero esta no es la única razón por la quitarlo es una buena idea. Las paredes lisas facilitan la instalación de estanterías, cuadros y vinilos, son más fáciles de reparar y no acumulan polvo. Además, también aportan sensación de luminosidad, pues no crean claroscuros.

Gotelé: ¿cómo se quita?

¿Es posible acabar con el gotelé? La respuesta es sí. Existen diversas técnicas que ayudarán a que tus paredes queden completamente lisas. Hoy te resumimos los pasos que deberás seguir para retirar el gotelé al temple:

1. Despeja la habitación: retira todos los muebles de la estancia o cúbrelos con una tela. Coloca cinta de pintor en el marco de las puertas, los enchufes y los rodapiés para que no se manchen en exceso y no sufran ningún arañazo o desconchón. Utiliza también un plástico grande para cubrir todo el suelo, con el fin de evitar que el polvo se esparza o acumule.
2. Humedece la pared: utiliza una esponja o un rodillo para mojar la superficie.
3. Rebaja la gota: utiliza una espátula o una lija para rascar la pared en la medida de lo posible. Si el gotelé es plástico, solo podrás quitarle un poco de relieve, mientras que si es al temple, podrás deshacerte completamente de él.
4. Aplica plaste o masilla: utiliza un rodillo o una espátula y cubre la pared de manera uniforme. Hazlo siempre de arriba hacia abajo, en esa sola dirección, y eliminando el producto sobrante.
5. Lija la pared: cuando termines de aplicar el plaste o la masilla comprobarás que la pared sigue sin estar del todo lisa. Líjala para quitarle la textura.
6. Utiliza una imprimación fijadora o selladora: para cerrar los poros de la pared y prepararla para recibir la pintura.

Si ves que la pared sigue presentando rugosidades, vuelve a realizar los pasos 4 y 5: aplica de nuevo plaste o masilla y lija hasta que quede suave, lisa y uniforme.

Para el gotelé de pintura plástica deberemos aplicar un decapante para relieves antes de intentar rebajar la gota. En caso de que esto no funcione, tendremos que utilizar una masilla especial para capas gruesas directamente mediante una llana, sin rascar la pared previamente. Luego, podremos proceder al lijado.

En Gómez Oviedo alquilamos toda la maquinaria que necesitas para eliminar el gotelé de tus paredes. Entra en nuestra página, selecciona la que quieras y marca los días durante los que vas a utilizarla. Por último, elige si quieres recogerla en tienda o que te la llevemos a casa. ¡Así de fácil!