Trabajo de albañil: Principales riesgos asociados y medidas para prevenirlos

Dentro de la rama de la construcción, la albañilería es un oficio que se encarga entre otras labores de la edificación de fachadas y de la distribución del interior de las obras. El trabajo de albañil es uno de los oficios con mayor índice de siniestralidad laboral por ello es importante que el obrero conozca los riesgos en la construcción y las medidas preventivas para minimizarlos.

Entre las herramientas y maquinaria más empleada por un albañil destacan: Hormigoneras, cubos de hormigón, dumpers, reglas vibrantes, fratasadoras, radiales, martillos eléctricos. Para la utilización de todas las máquinas de construcción es necesario seguir las medidas de seguridad recomendadas por el fabricante y ser personal autorizado.

Los riesgos en construcción son elevados por dos motivos: uno de ellos es trabajar con un volumen importante de maquinaría pesada y, el segundo, por el continuo uso de materiales.

 

Riesgos asociados al trabajo de albañil:

 

Los riesgos que puede sufrir un albañil se pueden clasificar en tres categorías: riesgos de seguridad, riesgos de higiene y medio ambiente, y riesgos ergonómicos o psicosociales.

 

Los riesgos de seguridad son aquellos que pueden causar accidentes, como heridas, fracturas, quemaduras, electrocuciones o incluso la muerte. Algunos ejemplos de estos riesgos son:

• Golpes y cortes con herramientas y máquinas, como martillos, sierras, taladros, radiales, etc.
• Caídas al mismo nivel, por el desplazamiento por superficies irregulares, resbaladizas o con obstáculos.
• Caídas a distinto nivel, por el trabajo en altura, como en andamios, escaleras, tejados, etc.
• Electrocución, por el contacto con la corriente eléctrica, ya sea directo o indirecto.
• Caída de objetos, por la caída de materiales, herramientas, escombros, etc., desde una altura superior a la del trabajador.

 

Riesgos de higiene y medio ambiente

 

Los riesgos de higiene y medio ambiente son aquellos que pueden causar enfermedades, como irritación, alergia, asma, bronquitis, neumonía, silicosis o cáncer. Algunos ejemplos de estos riesgos son:

 

• Exposición a agentes químicos, como cemento, yeso, pintura, disolventes, etc.
• Exposición a ruido, por el uso de herramientas y máquinas ruidosas, como radiales, martillos eléctricos, etc.
• Exposición a vibraciones, por el uso de herramientas y máquinas que transmiten vibraciones al cuerpo, como taladros, sierras, etc.
• Exposición a temperaturas extremas, por el trabajo al aire libre, bajo el sol o el frío.
• Exposición a partículas en suspensión, por el corte, lijado, perforación, mezcla, etc., de materiales como ladrillos, cerámicas, cemento, etc.

 

Riesgos Ergonómicos y Psicosociales

 

Los riesgos ergonómicos y psicosociales son aquellos que pueden causar estrés, fatiga, dolor, inflamación, contracturas, hernias, lumbalgias o lesiones musculoesqueléticas. Algunos ejemplos de estos riesgos son:

 

• Espacios de trabajo reducidos, que limitan la movilidad y la postura de los trabajadores.
• Movilidad geográfica, que implica desplazarse a diferentes lugares de trabajo, con cambios de horario, de clima, de costumbres, etc.
• Actividad física intensa, repetitiva o prolongada, que implica cargar, transportar, levantar, empujar, etc., materiales, herramientas o escombros.
• Movimientos repetitivos en operaciones manuales, que implican realizar el mismo gesto una y otra vez, como picar, colocar, rejuntar, etc.
• Posturas forzadas y mantenidas en el tiempo, que implican adoptar posiciones incómodas o antinaturales, como agacharse, estirarse, girarse, etc.

 

Medidas preventivas en el trabajo de albañil:

 

• Mantener el orden y la limpieza en el lugar de trabajo, retirando los residuos y escombros con frecuencia, almacenando los materiales y herramientas en zonas adecuadas y señalizadas, y limpiando las superficies de trabajo al finalizar la jornada.

 

• Dar prioridad a la seguridad colectiva frente a la individual, instalando sistemas de protección colectiva, como redes, barandillas, plataformas o andamios, que eviten o minimicen las consecuencias de las caídas a distinto nivel, tanto de personas como de objetos.

 

• Utilizar los equipos de protección individual (EPIs) que sean necesarios según el tipo y el nivel de riesgo al que estén expuestos, como casco, guantes, gafas, arnés, botas, etc., que protejan el cuerpo de posibles daños.

 

• Mantener una buena iluminación y señalización, disponiendo de una iluminación suficiente y adecuada que permita realizar las tareas con seguridad y comodidad, y colocando carteles, letreros, luces o cintas que indiquen los riesgos existentes, las zonas de paso, las salidas de emergencia, los puntos de socorro o los medios de extinción, entre otros.

 

• Cumplir los procedimientos de trabajo establecidos, siguiendo las instrucciones, normas y protocolos que se hayan definido para realizar las tareas de albañilería de forma segura, eficaz y coordinada, e informando de cualquier incidencia, anomalía o sugerencia que pueda mejorarlos.

 

• En las máquinas que proceda usar el cinturón de seguridad, abrochándose el cinturón de seguridad cuando utilicen máquinas que lo incorporen, como el dumper, la carretilla o la autohormigonera, que sujeta al trabajador al asiento de la máquina, evitando que salga despedido o se golpee en caso de vuelco, frenazo, choque o caída.

 

• Los equipos deben ser empleados solo por personal autorizado, teniendo la formación, la capacitación y la autorización necesarias para utilizar los equipos que se emplean en la albañilería, como las herramientas, las máquinas o los medios auxiliares, y respetando el uso exclusivo de los equipos por parte del personal autorizado, sin cederlos, prestarlos o manipularlos sin permiso.

 

• Los equipos eléctricos deben tener toma a tierra, conectando los equipos que funcionan con electricidad, como las herramientas, las máquinas o los aparatos de iluminación, a un sistema de toma a tierra, que conduce la corriente eléctrica hacia el suelo en caso de una fuga o un cortocircuito, evitando que pase por el cuerpo del trabajador y le cause una electrocución, y usándolos junto con un interruptor diferencial, que corta la corriente eléctrica cuando detecta una anomalía.

 

• Las herramientas eléctricas no deber ir conectadas todas al mismo circuito para no sobrecargar la línea eléctrica, distribuyendo las herramientas que funcionan con electricidad, como las radiales, los taladros, las sierras, etc., en diferentes circuitos o enchufes, para evitar que la línea eléctrica se sobrecargue y se produzca un calentamiento, un cortocircuito, un incendio o una explosión, y usando alargadores, regletas o adaptadores homologados y en buen estado.

 

• Emplear máquinas de corte por vía húmeda o en zonas bien ventiladas, usando máquinas que corten los materiales por vía húmeda, es decir, que utilicen agua para refrigerar y lubricar el disco de corte, reduciendo así la emisión de polvo, humo y calor, o trabajando en zonas bien ventiladas, que tengan una buena circulación de aire y que eviten la acumulación de partículas en suspensión.

 

• Utilizar mascarilla antipolvo, usando una mascarilla que cubra la boca y la nariz cuando realicen tareas que generen polvo, humo, gases, vapores u otros agentes nocivos para la salud respiratoria, y cambiándola cuando esté sucia, húmeda o deteriorada.

 

• Adoptar posturas correctas y ergonómicas, flexionando las rodillas y manteniendo la espalda recta cuando tengan que levantar, transportar o depositar cargas, evitando los giros sujetando la carga, transportando la carga pegada al cuerpo, y dejando la carga, evitando levantarla por encima de la cabeza.

 

• Realizar pausas y estiramientos, haciendo descansos periódicos para recuperar la energía, hidratarse, relajar los músculos y evitar la fatiga, y realizando ejercicios de estiramiento para mejorar la flexibilidad, la circulación y la postura.

 

• Formarse continuamente en materia de prevención, recibiendo información, formación y sensibilización sobre los riesgos que implica el trabajo de albañil y las medidas para prevenirlos, actualizando los conocimientos y las habilidades, y participando activamente en la mejora de las condiciones de trabajo.

 

• Mejorar constantemente el entorno laboral, buscando soluciones innovadoras y eficientes que reduzcan los riesgos y aumenten la seguridad, la salud y el bienestar de los trabajadores, como el uso de nuevas tecnologías, materiales o técnicas.

 

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