Publicado por Gomez Oviedo el 22 Aug a las 10:46 AM
A la hora de rellenar una zanja pueden surgir preguntas en torno a esta tarea. Por ejemplo, qué es el relleno o la compactación, cómo se compacta el suelo o qué material es necesario para realizar el relleno de la zanja. Desde GoRental Store te vamos a aclarar todas estas dudas y explicarte todo lo referente a la construcción de una zanja.
El relleno y la compactación son procesos que abarcan trabajos de extensión y compactación de terrenos, que tienen su origen en la excavación de zanjas, cimentaciones o cualquier zona que no permita utilizar la maquinaria con los que se realiza la ejecución de otro tipo de relleno.
El relleno es un procedimiento realizado en el sector de la construcción con el fin de mejorar la cota del terreno o para restituir ese nivel después de una excavación. Este procedimiento es necesario para obtener el nivel adecuado en las distintas obras.
En algunas ocasiones, los rellenos sirven de base para construcciones y, en otras, sirven como superficies para zonas verdes. Dependiendo del uso que se le quiera dar, se utilizan distintos materiales y distintos grados de compactación.
Tipos de relleno que existen:
Por otro lado, cuando se procede a rellenar un área de una zanja, la tierra se coloca por capas, estas se denominan elevadores. El nivel de capacidad de compactación de las primeras capas de relleno depende del material que se cubra. Si el material es inadecuado, el peso del relleno lo comprime durante un tiempo prolongado creando grietas en el relleno o en la estructura.
La compactación es un proceso donde se aplica una determinada fuerza sobre el suelo provocando la densificación de este, a la vez que el aire se va desplazando por los poros del suelo. Los suelos compactados no son capaces de absorber las precipitaciones, por eso se incrementa la erosión. Estos suelos no son fértiles ya que no permiten el paso del agua ni del aire, elementos esenciales para el desarrollo de las raíces.
En construcción, la compactación es un proceso necesario para la cimentación de edificios o para hacer caminos. Además, el suelo debe tener la resistencia adecuada, ser estable frente al cambio de volumen, duradero y seguro contra el deterioro, además de poseer permeabilidad. El tipo de suelo tiene mucha influencia sobre el peso máximo de unidad seca, el contenido óptimo de humedad y sobre cómo deben compactarse los materiales.
Por lo tanto, el grado de compactación depende del uso que se le quiera dar a la superficie. El relleno se realiza en zonas pequeñas, pero con una profundidad considerable que es el que se suele utilizar en zanjas y pozos.
El relleno de zanjas forma parte de las tareas de excavación y relleno, que incluye la preparación, la excavación y la nivelación de la zanja. El fondo de la zanja debe estar limpio y firme, por lo que hay que eliminar todos los materiales flojos o sueltos y rellenar las grietas.
Los trabajos de replanteo son el primer paso para rellenar y compactar el suelo de una zanja. Una vez realizado el trabajo de replanteo de la zanja, lo siguiente es la excavación.
En caso de que el ancho de la zanja lo permite, la carga del material se realiza ubicando la retroexcavadora en el eje. Al mismo tiempo que se realiza la excavación, se determinan las características del material obtenido. Este material se selecciona para rellenar la zanja de nuevo, para ser transportado a un vertedero o para darle otro uso.
Si durante la excavación aparece agua, la entibación (una estructura rígida y sólida provisional que se encarga de contener el suelo durante la excavación) se irá colocando a medida que desciende la excavación. Así, se realizará el achicamiento mediante el uso de bombas para dejar el terreno lo más seco posible.
Este proceso es fundamental para asegurar una base sólida y estable, que es crucial para la durabilidad y seguridad de la estructura construida sobre ella. La calidad del relleno y la compactación impactan directamente en la resistencia y la capacidad de carga de la zanja rellenada.
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