Publicado por Gomez Oviedo el 22 Oct a las 9:40 AM
Las chimeneas de obra son un elemento decorativo que nos aporta tranquilidad, calma, ambiente casero y familiar. Además, son perfectas para calentar pequeñas habitaciones o para disfrutar de los fríos días de inviernos sentándose a su lado tomar un café alrededor de su fuego.
Pero construir una chimenea no es una tarea sencilla, principalmente por la salida del humo. Es fundamental tener una buena salida de humos lo que implica que la instalación no se puede hacer en cualquier ubicación de la vivienda. Además, la construcción requiere de una serie de elementos que ayudarán y facilitarán que el humo no entre en el hogar, evitando los posibles problemas que conlleva la inhalación del humo y en general el humo en el ambiente.
Por ello, a continuación, compartimos una guía para construir una chimenea que ya tiene la salida de humos creada.
El primer paso y fundamental para el correcto funcionamiento es el diseño de la chimenea. Para que el humo no entre dentro de la vivienda es fundamental diseñar la chimenea con las correctas medidas y forma lo que garantiza el tiro de la chimenea y por consiguiente la salida de humos.
Para ello y en primer lugar, hay que tener localizado el hueco donde se va a colocar que debe ser donde se encuentre la salida de humos o el tubo.
Aproximadamente una chimenea debe tener unos 70cm o 1 metro de ancho, que en gran medida dependerá de la ubicación el tubo donde haya que realizar la construcción y de la dimensión de la estancia. Es importante que las dimensiones tengan cierta relación con el tubo o salida de humos que haya, ya que una chimenea muy grande con un tuvo pequeño conseguirán un mal tiro y el humo puede acabar dentro de la vivienda.
Una vez que se defina el ancho, hay que definir la altura que suelen ser unos 10cm - 15cm más pequeño que el ancho.
Para diseñar la profundidad hay que tener en cuenta que el fondo de la chimenea tiene una parte inclinada que forma una especie de barriga conocida como plumón y una parte más estrecha, conocida como garganta de la chimenea. Este diseño permitirá la circulación de aire caliente y la entrada del aire frío.
Sabiendo esto, la profundidad será similar a la altura hasta la mitad o un tercio del alto, dependiendo principalmente del tamaño de la chimenea. Una vez que se llegue a la mitad o al tercio, habría que inclinar el fondo unos 35 grados.
Una vez definidas estas 3 medidas, ya tendríamos el diseñado lo que se conoce como el hogar de la chimenea.
Ahora podemos marcar en el suelo el ancho y largo para poder comenzar con la construcción.
Dependiendo de como queramos el diseño final de la chimenea, podemos construir una base de hormigón de unos 20cm o 30cm de alto sobre los que ya construiremos el hogar de la chimenea. Esta opción no es obligatoria pero se suele realizar para dar altura y que a la hora de utilizarla sea más cómodo. Como el hogar de la chimenea se realiza con ladrillos refractarios, el hormigón quedará protegido.
Debido a que la base va a sostener el resto de la estructura va a necesitar tener unas dimensiones de largo y ancho más grandes que el hogar. Y por ese mismo motivo se recomienda utilizar unos bloques de hormigón y terminar de hacer la base con mortero y ladrillos.
Calcula aproximadamente unos 5 cm más de profundidad para que en la parte frontal haya un espacio antes del hogar y otros 5 cm más de largo a cada lado. Estas dimensiones son orientativas y depende del acabado final, decoración y el espacio donde se ubica la chimenea. Los bloques de hormigón se deben colocar donde se va a crear el hogar y estos bordes extra se pueden realizar únicamente con ladrillo.
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Para construir el hogar de la chimenea se necesitarán dos materiales que son irremplazables ladrillos y morteros refractarios. Para lograr una correcta mezcla y trabajar más cómodamente es probable que necesites un taladro mezclador y amasadora.
El hogar de la chimenea no suele ser cuadrado, tiende a estrecharse en la parte final, quedando una especie de semicircunferencia, pero con ángulos.
Es importante dibujar en la base que hemos creado nuestro plano del hogar de la chimenea para comenzar con su construcción.
Primero se debe construir la base del hogar de la chimenea. Para ello, se necesitará cubrir toda la base dibujada con ladrillos refractarios y fijados con este tipo de mortero. Como el fondo de la chimenea se va estrechando, se necesitará ir cortando los ladrillos. Para conseguir un resultado profesional y cortar los ladrillos a la dimensión exacta recomendamos utilizar una tronzadora de ladrillos
Una vez que se haya construido la base, hay que comenzar a levantar los muros laterales sobre los que irá el dintel de la chimenea. Hay que levantar todas las paredes laterales con este tipo de ladrillo especial. Recomendamos comenzar por los laterales delanteros, antes de que el fondo se comience a estrechar.
Una vez que llegamos a la altura deseada, sin haber hecho el muro del fondo, únicamente los laterales, colocaremos entre lateral y lateral del hogar una barra o ángulo de hierro que nos permita crear la garganta de la chimenea, es decir el muro del fondo que tiene una inclinación de 35 grados y que estrecha la chimenea por el fondo.
La parte de fuera del fondo se puede levantar con ladrillos normales, y se pueden utilizar ladrillos alargados que vayan desde el fondo del muro de media altura levantado, hasta el ángulo que permite hacer esa inclinación.
Por la parte de delante, es decir, por dentro del hogar de la chimenea, es importante cubrirla con ladrillos refractarios. Para toda la parte externa tanto lateral, trasero y frontal se podrán usar ladrillos normales.
Una vez que se han levantado todos los muros laterales, debemos colocar otro ángulo de hierro entre la primera hilera de ladrillos de las dos paredes laterales. Sobre ese ángulo iremos colocando otra hilera de ladrillos refractarios que crucen de lado a lado de los laterales, cerrando la parte frontal superior del hogar, creando el dintel.
Hay que tener en cuenta que entre la pared del fondo que se va estrechando, es decir la garganta y el dintel debe haber un espacio de separación que es por donde el humo caliente ascenderá y el frio descenderá. Ese espacio o hueco de la garganta suele ser de entre unos 12cm - 15 cm.
En algunas chimeneas esta garganta no se realiza con ladrillo y el fondo del hogar es completamente recto y se utiliza una placa metálica a modo de garganta. Esto dependerá de la construcción y el tipo de chimenea.
Al comienzo de la guía, comentamos que se indicarían los pasos para levantar una chimenea teniendo previamente instalada la salida de humos fuese través de un tubo o una chimenea de obra tradicional. Por lo que llegados a este punto lo que habría que hacer es construir la campana o cámara de humos teniendo en cuenta el tipo de salida que tengamos.
Este tipo de campanas tiene forma cónica por lo que habrá que comenzar a construir un cono a base de tabiques de ladrillo y yeso y que la parte más estrecha del cono o de la cámara acabe conectando con la salida de humo, quedando tan estrecha como esa salida.
La parte externa de la campana es decorativa, pero lo más común es que la chimenea acabe con un diseño piramidal, es decir que se acaben creando ángulos rectos en el cono previamente creado como campana, haciendo que el diseño quede acorde a la caja y dintel de la chimenea.
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